presenta
YARAD o la última enmienda es una obra teatral que
explora los vínculos y la relación con el poder entre los integrantes de una
familia, cuyo líder y padre es el creador de la religión que rige el pueblo
donde viven.
Esta obra nos permite indagar las pulsiones humanas,
las ambiciones, la manipulación por medio de la fe y hasta dónde el ser humano
es capaz de llegar por mantener una ilusión con tal de no profundizar y mirarse
desde una perspectiva crítica.
¿Qué pasa cuando la fe que nos sostiene se derrumba y
nos expone al vacío?
YARADo la última enmienda surge de la necesidad de
explorar las distintas miradas sobre temas universales, como son la muerte, el
amor, la familia, el poder, las creencias, y qué se produce en este encuentro
con el otro, en el marco de una creación e investigación teatral colectiva.
YARADo la última enmienda pone en escena una fusión de géneros, suspenso y melodrama con ritmos tendientes a lo latinoamericano para contar
una historia que no tiene más ambición que ilustrar las distintas aristas del
ser humano.
¿Cómo fue ese momento que te convocaron para ser parte del
elenco?
Nahuel:
septiembre de 2014 hable con el director Alejandro Roa
Hacía poco tiempo que había finalizado la carrera de
formación del actor en la EMAD y se dio en un momento justo, tenía la necesidad
de formar parte de un grupo de experimentación.
La propuesta era una creación colectiva, no teníamos
fechas de estreno.. no había obra, quizás algunas ideas sueltas. El trabajo de
montaje se iba iniciar de cero, desde la escritura de la obra, la estética.
HASTA QUE SE IBA CONTAR
Era un desafío y sabía desde un comienzo que no iba ser
fácil la idea de no tener fecha de estreno… la obra podía llegar a
estrenarse en meses o años… o quizás no
se llegaba. No es fácil formar un equipo de trabajo, que sostenga una
investigación a largo plazo.
¿Llevo mucho tiempo el armado de la obra?
Nahuel: 2 años de trabajo y seguimos trabajando… pasamos
por varias salas de ensayo, (anécdotas de cada una de ellas), horarios de
trasnoche.
¿Qué cosa o que sensación has sentido cuando termino el
ensayo general o primera función?
Nahuel: el proceso se hizo largo, teníamos la necesidad
de abrir la obra con el público, estábamos felices, ansiosos de cuál iba ser el
resultado.
Básicamente y sin contarnos el final de la historia ¿Qué nos
cuenta la obra?
YARAD muestra la desesperación en estado puro, la toma de
decisiones absurdas y sin sentido cuando el fin es mantener el orden
establecido utilizando el poder divino como herramienta silenciosa de
manipulación. Una ilusión vacía y carente de realidad desencadena una serie de
situaciones ridículas que se entrelazan para llevar a la acción los hechos
patéticos que conducirán a los integrantes de una familia por caminos
inesperados.
¿Cuál fue el mayor desafío, al momento de empezar a armar el
personaje?
Nahuel: los personajes surgiendo desde las primeras
improvisaciones, fue un desafío todo el proceso de montaje. Mi personaje en
particular “el hijo” tiene un síndrome que podría ser Asperger o algún retraso
madurativo, lo que me llevo un tiempo de investigación; ver películas, observar
niños con Síndrome de Asperger. El personaje requiere una composición física y
vocal particular y era un riesgo el caer en una imitación de mal gusto.
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