La Bitácora del Artista: Hoy entrevistamos a Romina Priano
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viernes, 1 de julio de 2016

Hoy entrevistamos a Romina Priano

¿Por qué decidiste ser actríz?
Desde muy chica me interesó todo lo artístico. Empecé interesándome por la pintura, incluso de chica estudié dibujo y pintura y bailaba folklore, pero son actividades que con el tiempo fui dejando de lado y quizás retome algún día, nunca se sabe. Lo que siempre me apasionó fue la actuación. Me intriga mucho ese trabajo de meterse en otras vidas, toda esa preparación de un personaje, de preguntarme qué sentiría yo si fuese tal persona, si mi objetivo a alcanzar sería esto ó aquello otro. Y una vez que  encontrás esta respuesta, ver  cuál es el conflicto de ese personaje, qué es lo que se le opone, lo que le impide acercarse a eso que desea. Como en la vida misma quizás. Además la actuación te da la posibilidad de jugar, de vivir varias vidas e historias, de vaciar todas las personalidades que conviven dentro de uno y de sacar cosas que en la vida cotidiana nunca saldrían a la luz.  Y si todo esto que me gusta hacer va acompañado de un mensaje social, si puedo modificar en algo la manera de ver  la realidad de la persona que ve una obra de teatro o algún otro trabajo actoral, mejor todavía.


¿A qué edad nació esta pasión por la actuación que tenés?
 A los 6 o 7 años.  Creo que el puntapié inicial fue cuando miraba las telenovelas, sobre todo las venezolanas de Carlos Mata y las de Andrea del Boca, también me acuerdo de “La extraña dama”. Me encantaban.  Me acuerdo que después las repetía, jugamos a las telenovelas con mis amigas, repetíamos los diálogos, armábamos la escenografía con lo primero que encontrábamos a mano. Con el tiempo me interesó mas el teatro, comencé a leer muchas obras , me imaginaba haciendo una. Recuerdo una que me marcó mucho:  “Los árboles mueren de pie”, de Alejandro Cassona.  Con el tiempo fui leyendo otras obras que me impactaron mas, por la temática, por su complejidad, pero  Los árboles… es una asignatura pendiente, por ser la primera obra que me despertó muchas emociones al comienzo de mi adolescencia  y  en algún momento me gustaría realizarla.

¿Cuántos años tenías cuando comenzó tu camino en la actuación?
Yo soy oriunda de Juncal, un pueblo en la provincia de Santa Fe. La primera obra la hice a los 16 años con un grupo de ahí, se llamaba “Viene el tío Américo” y fue escrita y dirigida por José Garello.  Cuando terminé el secundario, a los 18 años, me vine a vivir a Bs. As y comencé a estudiar con distintos profesores, a hacer talleres de expresión corporal y comedia musical. Hice cortos para estudiantes de cine y para productoras independientes.  También participé en algunas obras, en sketches de humor para una programación por internet y el año pasado, después de tanto desearlo, tuve la posibilidad de hacer un bolo en Pol-ka.
¿Cuál es el nombre de la obra en la que estas actuando en estos momentos?
Actualmente estoy los domingos a las 18 hs actuando en  “La casa de Bernarda Alba” de Federico García Lorca, con la puesta en escena y dirección de Irene Bazzano. Estamos en el teatro El laberinto del cíclope (Combate de los Pozos 550, Caba) y la obra está formada por un elenco maravilloso, tanto en lo actoral como en lo humano. Por eso quiero nombrarlos, ellos son: Cristina Sallesses, Lili Pol, Alicia Reilly, Sofía Kukuyát, Analía Di Núbila Salerno, Carolina Gómez, Lucía Franco y Guillermo Garbini.  Tampoco quiero dejar de nombrar a nuestro  técnico e iluminador, el Colo Sanchez Manzano. Es la tercera temporada de la obra, y el segundo año en el que yo participo.




¿Qué personaje te toco hacer?
Estoy interpretando a Amelia, que es  la mas sumisa y temerosa de las hijas de Bernarda Alba. Ella es bastante inocente, no se imagina todo lo que está pasando en ese ambiente ni mucho menos todo el conflicto que están viviendo sus hermanas.



¿Tus padres te apoyaron en este camino artístico?
En líneas generales digamos que si, creo que en el fondo confiaron en mi porque siempre tuve en claro lo que quería y pudieron ver que fui consecuente con eso, que no era algo pasajero. Pero siempre me machacaron con que debía tener un título universitario.  Después de dar muchas vueltas les terminé haciendo caso: en unas semanas me recibo de abogada. No estaba del todo convencida con la carrera, pero igual seguía, hasta que descubrí el derecho penal y me terminó  interesando bastante, mas de lo que esperaba. A mediados del año pasado comencé el práctico en Tribunales, y puedo decir que esto fue un antes y un después respecto a lo que sentía por la disciplina. En la práctica está todo, ahí se ve la realidad de la profesión.  Además siempre me hice de varios amigos durante la carrera, pero puedo decir que en el práctico conocí a un grupo de compañeros  y de profesores excelentes, y ahora que ya se termina me está agarrando la nostalgia. Yo soy muy de aferrarme a distintos grupos, me gusta hacer cosas en conjunto, y después de todo un año compartido, trabajando tanto, de repente no voy a asistir mas y sé que voy a notar ese vacío.

¿Cómo fueron  tus primeros pasos?
Mis primeras obras fueron con muestras de los grupos de teatro en los lugares en donde estudiaba. La primera muestra, fue una obra muy corta, que se llamó “El patio de los sueños” y surgió de una creación grupal, de improvisaciones. Me acuerdo que la dimos dos o tres veces en un bar que tenía una sala de teatro que ya no existe, por plaza Serrano. La dirigía la profesora del curso que hacía en el Centro Cultural Tato Bores, Leonor Luciani.  Mas tarde hice  cursos con Nayla Pose, con Norman Briski, estudié tres años en la escuela de Jorge Marrale y Osvaldo Santoro con los profesores Mayra Carlos y Uriel Guastavino. También  hice un curso de comedia musical en el Cultural San Martin con Juan Carlos Pereyra.

¿Cuantos años ya llevas arriba de los escenarios?
Con continuidad, puedo decir que desde mediados de 2014.  En ese año  hice con mi amiga, la actríz Vanina Corral y con  Jerónimo Valentini y Juan Manuel Cerviño una comedia  que se llamaba “Asalto a los saltos” de Meche Martínez, dirigida por Thomas Andersson. Luego surgió lo de La casa de Bernarda Alba. Unos años antes había hecho unas participaciones de obras que se basaban en sketches de humor y parodias musicales, dirigida por Daniel Peyran, pero no tenía una continuidad. Por ahí pasaban dos años o más en los que no hacía obras, pero estudiaba teatro, actuaba en las muestras de estos cursos o hacía algún corto. Desde hace dos años, lo que deseaba se activó, digamos que la cosa se puso en funcionamiento.



Me imagino que en todos estos años debemos tener mil anécdotas ¿Cuál es la que más recordas, que hoy nos puede robar una sonrisa?
De metidas de pata, miles, sobre todo porque para eso soy mandada a hacer. No tengo competen cia. De olvidos de letra en el escenario, por suerte mínimos, tanto mío como de compañeros y tener que pilotearla, ahí hay que estar, improvisar, ver como seguís. O de olvidarte materiales que tenías que usar en escena e inventar algún chino, algo, ingeniártelas para tener que llevarlo y que esté.
De cuando  participé en “Noche y día “de Pol-ka, me acuerdo de algo muy lindo,  estaban peinando en el motor home y llegó Facundo Arana, con quien iba a hacer la escena y entró re tranquilo, y  viene y me saluda con un beso y yo me presento y le digo: “Hola, yo soy Romina” Y el me dice: “Yo soy Facundo”, como si no me hubiera dado cuenta. Pero muy buena onda. Mi personaje casi no hablaba, pero al el se le ocurrió cambiar un poco la escena, y gracias a eso a mi me pidieron que hable, que grite mas, y me dio mas participación. Era una escena muy chica, pero esa actitud de él, para mi fue de una generosidad muy grande.


¿Con quién te hubiera gustado actuar?
Con Leonardo Sbaraglia, que siempre lo admiré y lo conozco personalmente, de otro ámbito y hasta he conversado con el. Después, si bien admiro a muchos actores y actrices argentinos, no hay alguien que me desvele. Creo que las cosas se van a ir dando.  Con los que sí me gustaría actuar y gestar proyectos propios, es con varios amigos actores y compañeros que he tenido en diferentes cursos y que cada vez que nos vemos decimos que tenemos esa cosa pendiente.  Siempre por los horarios laborales, o las distintas actividades de cada uno, nos cuesta ponernos de acuerdo y combinar.  Pero sé que en algún momento, vamos a activar.

¿Qué canciones te gustan más?
 No tengo una canción que me haya marcado o que diga, “Uy, este es mi tema”- No se, por ahí estoy escuchando algo que me emociona o me recuerda alguna situación o a algún amor, pero ahora no me viene ninguna a la mente. Lo que sí me emociona mucho es el sonido del piano. Siempre que escucho que tocan, me hace llorar, como que me emociona.  Lo relaciono como con alguna melodía de la infancia, como esa melodía de las cajitas musicales, y provoca en mi esa reacción.

¿Cuál es tu estilo de música favorita?
Soy muy camaleónica: me gusta mucho el rock nacional, la música disco, la música de los 80 y 90. Y para divertirme, la cumbia, no puede faltar.

¿Siempre quisiste ser artista? ¿Qué querías ser cuando eras niño?
Puedo decir  que si.  Lo que primero recuerdo que decía que quería ser era “pintora de cuadros”, así lo decía. Y después siempre dije que quería ser actriz, ó vedette, jajaja.


¿Cuáles eran tus sueños cuando eras niño? ¿Los llegaste a cumplir?
Siempre quise vivir en Buenos Aires porque lo relacionaba con los escenarios, con la calle Corrientes, con las luces, con los canales de televisión y con toda la movida artística. Puedo decir que si, que si bien me falta mucho camino por recorrer, tampoco estuve tan alejada de ese mundo. Me gustaría llegar a vivir de la  actuación, pero bueno, eso nunca se sabe. Como tampoco puedo saber en este momento si voy a llegar a vivir de mi carrera de abogada o dedicarme a eso. Todo es muy relativo. Pero creo que si uno trabaja, le pone esmero, dedicación, pasión a lo que hace, por mas que no seas el mejor, las cosas se van dando. Es que la pregunta sería “¿ Por qué no?”. Si trabajamos por lo que queremos, las cosas se van a dar. Es mas, se tienen que dar, el universo en algún momento tiene que conspirar a favor de uno, no?

¿Qué les dirías a tus seguidores acerca del objetivo de cumplir con sus sueños y sus metas en la vida?
No creo que tenga seguidores, sí amigos y muchos conocidos que me alientan en lo que hago, así como yo también les doy aliento en lo que ellos hacen o desean hacer. Todos sabemos que hay que seguir, cualquiera sea el objetivo que uno tenga, en la carrera o profesión que sea. Sabemos que por ahí tenemos que trabajar en alguna otra cosa que no es lo nuestro, porque hay que vivir y pagar cuentas y demás. Por otro lado, nada de lo que hacemos es en vano,  la vida es un constante aprendizaje, y creo que de todas las cosas que uno hace, también se aprende. Y en el caso de los actores, nos nutre mucho las diferentes situaciones que vivimos, sean buenas o malas, como así también el observar mucho las actitudes de los demás. Pero considero que lo importante es nunca abandonar las pasiones. Alguien me dijo una vez que si te gusta mucho algo, tenés que llevarlo adelante, de a poco, como sea, sino ese anhelo, ese deseo  en algún momento se te pudre ahí adentro y creo que eso debe traer una sensación de frustración muy grande, de no haberlo ni siquiera intentado y yo me pregunto,  ¿cómo  podés seguir viviendo con eso?

¿Qué actores jóvenes te han llamado la atención últimamente?
No vengo mirando tele, te diría que casi nada. Tampoco estuve yendo mucho a ver obras de teatro en las que haya talentos nuevos ni mucho al cine. Siempre fui de ir mucho a ver teatro, sobre todo teatro independiente, pero la realidad es que estuve con muy poco tiempo últimamente.  Así que no conozco a actores jóvenes que hayan surgido en este tiempo,  por ahí sí porque los nombran mucho en los medios o en el off, pero no puedo hablar de sus trabajos porque sinceramente no estoy interiorizada.

¿Qué sentís cuando estás en un escenario?
Es glorioso, Jaja. Esto lo dicen todos los actores, no?. Es como que me olvido del mundo ahí . Siempre que estoy triste por algo, o tengo algún problema, te puedo decir que el escenario me cura, es milagroso. Salgo de una función con una sensación de bienestar  inmensa, a veces hasta me siento como que estoy volando, y está esa cosa del aplauso del público, o eso de quedarte conversando con tus compañeros después de una función, y después salís a la calle a tomarte el bondi y es otro mundo al que parece que cuesta volver a adaptarse.

¿Qué opinas de las escuelas de música o actuación que hay en la actualidad?
 Por los lugares en los que yo estudié, por  lo que comentan mis compañeros y amigos actores , por lo que leo y escucho en el ambiente del teatro, se que hay muchos lugares excelentes para formarse ó para seguir desarrollando cosas e investigando. No quiero nombrar a algunas escuelas o maestros y olvidarme de otros. Pero creo que hay muchas opciones para estudiar o para hacer cursos en Buenos Aires, hay para todos los gustos.

¿Estudiaste en alguna escuela de actuación o música?
Estudié un año en Caliban,  la escuela de Norman Briski. Y estuve tres años en la escuela de Jorge Marrale y Osvaldo Santoro, en el teatro Beckett.  Antes de estudiar con ellos, hice distintos cursos en centros culturales, como conté al principio.



¿Te gustaba estudiar cuando eras niña?
Me gustaba mucho leer y escribir, me gustaba redactar, inventar cuentos e historias. No estudiaba mucho, pero tenía buena memoria e incorporaba enseguida los conceptos. Me costaba mucho matemática y todo lo que estaba relacionado con números, pero me terminaba yendo bien, porque le dedicaba mas tiempo a esas materias, o me juntaba con mis compañeros a practicar ejercicios y los sacábamos.

¿Crees que el arte escénico es importante en nuestras vidas? ¿Por qué?
Creo que si. Que en el caso del teatro, la mayoría de las piezas tienen algún contenido social, siempre se cuestiona algo. Por mas que sean de época, como en el caso de “La casa de Bernarda Alba”, siempre hay algún temita latente, que se traslada a la actualidad. Podés ver cómo hay prejuicios que se siguen manteniendo, que por mas de que hablemos de evolución y demás, hay alguna cosita del pasado que siempre queda. Considero que el teatro tiene que movilizar al espectador, tiene que producirle algo, que se vaya de la sala pensando, cuestionando, preguntándose cosas. Y por los  comentarios que nos llegan, con La casa de Bernarda Alba  logramos eso.

¿El nombre de esta página es La Bitácora del Artista, como tal, qué es lo que guardarías en la Bitácora para que otros visitantes vean?
Me hubiera gustado guardar mis cuadernos y anotaciones de cuando era mas chica y fantaseaba con venir a vivir a Buenos Aires, y actuar. Eran anotaciones muy tiernas, muy inocentes, de una ilusión muy grande. Pero un día, hace un par de años, no me acuerdo por qué situación, me agarró un raye y rompí todo eso que escribía, como así también varios dibujos que hice cuando estudiaba pintura y los tiré.  Hoy analizo esa reacción mía y me parece muy agresiva. Se ve que estaba muy mal, con varias dudas existenciales que me llevaron a actuar de esa manera. Pienso que hoy estaría bueno releer esas cosas que escribía, pero bueno, lo hecho hecho está. Por algo habrá sido.

¿Qué les dirías a las personas a las que no le gusta actuar, cantar o ninguna actividad artística?
Que tal vez no es lo de ellos, no los cuestiono y está bien que así sea. No a todos nos tiene que gustar lo mismo, sino no existirían otras profesiones.  Así es la vida, hay actividades para todos los gustos.

Fanpage “La casa de Bernarda Alba”: https://www.facebook.com/BernardaAlbalaobra/?fref=ts
















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