Creo que no
podría hablar de decisión, es algo que nace con uno. Desde chico dibujé, pinté,
escribí… Y claro, ¡actué!
¿A qué edad nació esta pasión por la
música y el teatro?
La escuela
primaria fue el primer paso, cuando empecé a participar en los actos escolares.
Esto es literal: me subí al escenario y sentí que ya no quería bajarme más.
¿Tus padres te apoyaron en este
camino artístico?
Sí, aunque al principio no lo tomaran demasiado
en serio…
Tímidos,
jajaja!! Comencé en un grupo de teatro de la Universidad de Lomas de Zamora,
dirigido por Antonio Linardi.
¿Cuántos años ya llevas arriba de los
escenarios?
¡Soy pésimo
con las fechas! Pero empecé en los primeros años de la década del 90.
Me imagino que en todos estos años
debemos tener mil anécdotas ¿Cuál es la que más recordas, que hoy nos puede
robar una sonrisa?
Tal cual
como vos decís, son muchas, pero ahora me viene a la memoria una función de Stefano de Discépolo en la Manzana de
las Luces. Actuábamos en un patio al aire libre y en ese lugar había muchos
gatos. Había dejado mi ropa preparada para cuando me tocara entrar, y cuando me
puse encima la camiseta que debía usar… ¡Estaba toda mojada! Los gatos habían
usado mi vestuario como baño. Por supuesto, me la banqué y seguí hasta el
final, ¡¡jajaja!!
Muchas veces, yo pienso que un
cantante tiene una canción que es su predilecta, y que por lo general el
público no la pide… puede ser que tengas una…. ¿Y que digas… puchas que pena
que no les guste tanto como a mí?
Puede pasar,
sí. Te cuento, además de tango, canto jazz, y a la gente en general les gustan
más los temas up-tempo, más
“movidos”. Amo My funny Valentine,
por ejemplo, pero no es de los más requeridos, así que pocas veces he podido
cantarlo.
¿Con quién te hubiera gustado cantar?
¡Con
Sinatra!! Si lugar a dudas.
¿Qué canciones te gustan más?
Te diría que
aquellas que combinan ese difícil equilibrio entre letra y música; hay temas
que melódicamente son hermosos, pero la letra resulta un fiasco. De todos
modos, esos temas suelen sobrevivir; en cambio los que tienen buena letra pero
mala música se quedan en el camino.
¿Cuál es tu estilo de música
favorita?
Bueno, ya te
hablé del jazz, pero también me encantan los temas de musicales (justamente
muchos de ellos se han independizado de los shows donde fueron incluidos y se
convirtieron en standards de jazz).
De Argentina,
Ligia Piro, aunque ya lleva varios años en el medio. Últimamente me sorprendió
Lady Gaga; demostró que no solo es un personaje mediático.
¿Qué opinas de las escuelas de música
o actuación que hay en la actualidad?
Celebro que
las haya, no solo porque es una fuente de trabajo para los docentes, sino
porque eso significa que el medio está en crecimiento y la gente que quiere
formar parte de él se lo toma en serio estudiando, como debe ser.
¿Qué opinas de la educación actual en
general?
Además de
actor y cantante soy docente del área de Literatura en Educación Media, por eso
puedo hablar “desde adentro”. Creo que la educación está muy vapuleada por la
sociedad en general. Los padres no enseñan a los chicos que respeten a los
docentes, cuestionan todo, y sin principio de autoridad no puede haber buenos
resultados. El estudiante tiene que sentir respeto por quien le enseña -no hablo
de temor ni nada parecido- respeto por lo que sabe y por la manera como lo
transmite.
Critico
también a mis colegas que no hacen su trabajo con pasión; hay mucho docente que
no quiere a los chicos y así, sin afecto, es imposible establecer una buena
relación entre los principales actores de esta obra que se llama Educación.
¿Crees que el arte escénico es
importante en nuestras vidas? ¿Por qué?
Es
fundamental. No conozco gente que haya visto una buena obra de teatro sin que
haya cambiado algo en su vida. Por eso es importante que la gente acceda al
teatro, para que tenga la oportunidad de conocerlo y disfrutarlo.
¿El nombre de esta página es La
Bitácora del Artista, como tal, qué es lo que guardarías en la Bitácora para
que otros visitantes vean?
La emoción
de ver buen teatro, las lágrimas de felicidad; el sentimiento de sentirse
conmocionado por una buena actuación; Alfredo Alcón en su monólogo de “Las
variaciones Goldberg”, el final del primer acto de “Los Miserables”…
¿Cómo fue que surgió la idea de
llevar este espectáculo al teatro?
A partir de
notar la gran cantidad de tangos que se refieren al alcohol, al tipo que padece
un desencuentro y ahoga sus penas en una buena “curda”.
Junto con
Guillermo Salom, director de la obra, investigamos el cancionero del tango y
seleccionamos los temas que conforman este espectáculo, desde aquellos más
livianos y graciosos hasta los más densos y profundos. Eso nos llevó un tiempo
importante y sumado al hecho de tener que gestionar la producción desde cero -y
a pulmón- hizo que el estreno se demorase más de lo que hubiese querido. Pero
todo es por algo; siento que ahora el trabajo está más maduro y que llegará al
público como debe ser.
Básicamente y sin contarnos el final
de la historia ¿Qué nos cuenta la obra?
A través de
las letras de las canciones, se narra la llegada de un hombre a un bar porteño
de los años 50 donde intenta olvidar un amor perdido. El recorrido parte de la
“curda alegre” hasta la borrachera amarga del desencuentro y lo irremediable.
En medio de esa situación, la noticia de la muerte de Evita termina derrumbando
las esperanzas de este personaje solitario.
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