La Bitácora del Artista: Entrevista a Gaby Fabro
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sábado, 14 de octubre de 2017

Entrevista a Gaby Fabro

presenta

¿Por qué decidiste ser artista?
Surgió en mí naturalmente. Es como comer, respirar.
Siempre estoy conectada con el arte. Hoy es casi una necesidad.

¿A qué edad nació esta pasión por la danza?
A los 7 años mi mamá me hizo conocer distintas disciplinas artísticas, y me enamoré de la danza. Fue una manera de expresarme, era muy tímida y por ahí fluía bien.


¿Cómo fue el proceso de creación de OMINIRA?
Esta obra fue creada pensando en mi Maestro, Eduardo Rivero Walker, a manera de homenaje. De ahí que los movimientos de los bailarines/intérpretes ponen de manifiesto el lenguaje danzario de la Danza Moderna, el estilo del Maestro cubano, respetando las formas. Pero contado por Gaby Fabro, coreógrafa argentina. Entonces apelo al tango, al folklore argentino. 
  
¿Tus padres te apoyaron en este camino artístico?
Mis padres vieron que la danza me hacía feliz. No solo me apoyaron, sino que también me motivaron.

¿Cómo fueron los primeros tus primeros pasos?
Mi madre era peluquera y tenía su peluquería en el barrio de Flores. Una clienta que era pianista acompañante de clases, en el Colón, le sugirió me presente al ingreso. Para ese entonces me llevaba a una academia de barrio.
Me presenté dos veces, hasta ingresar en el año 1974, tenía 11 años. 

¿Cuantos años ya llevas arriba de los escenarios y en la docencia?
Muchos jeje. Yo egrese del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón en el año 1983. Una Maestra del Teatro, Aida Amicon, siempre me impulsaba a dar clases. Así que antes de recibida enseñaba a alumnos principiantes.  

Me imagino que en todos estos años debemos tener mil anécdotas ¿Cuál es la que más recordás, que hoy nos puede robar una sonrisa?
Uhhhh, si. Muchísimas. Hay una tan graciosa como terrible. En el año ´79 vino Maurice Béjart al Teatro, con el Ballet del Siglo XX y Jorge Donn a presentar “El Bolero de Ravel”.
Algunas alumnas de la Escuela formamos parte del cuerpo de baile, hubo poco tiempo de ensayo.
En “El Bolero de Ravel” la melodía se repite una y otra vez de forma casi obstinada. Estábamos dispuestas en un gran círculo sentadas en sillas y debíamos levantarnos a tiempo, no podíamos perder la cuenta...
Bueno… la perdimos, no nos paramos cuando debíamos y en el final, que era majestuoso, salimos todas disparadas al centro de la escena, un desastre.
A todo esto, el asistente de Béjart, al que podía ver en una de las patas del gran escenario, con un ataque de nervios, gesticulaba y se movía de un lado al otro jejeje, nos quería matar.
Imaginate al otro día cuando retomamos la rutina de la Escuela.  

¿Con quién te hubiera gustado bailar y para quién crear una coreografía?
Me hubiera gustado bailar con Eduardo Rivero, mi Maestro y en su Compañía Teatro de la Danza del Caribe.
Para quien crear una coreografía, no lo pienso. No lo siento una necesidad ahora. Tal vez es algo que lo he podido saldar con la Compañía de mi Maestro. Para la que he montado 4 piezas: “Los Hermanos”, “Suite de Tangos”, “Almas Mariposas” y ahora “Ominira”, todas ellas forman parte del repertorio de la prestigiosa Compañía.

¿Qué canciones te gustan más?
Me gustan muchas, depende de mi estado de ánimo.
Hay una canción para cada momento, para cada estado de ánimo.

¿Cuál es tu estilo de música favorita?
La música que me permite dibujar imágenes en el espacio.

¿Cuáles eran tus sueños cuando eras niña? ¿Los llegaste a cumplir?
Siempre quise tener una familia, una hija hermosa y un compañero de ruta. Y por supuesto bailar.
Si, he cumplido mis sueños.

¿Qué les dirías a tus seguidores acerca de los sueños que tienen de ser alguien en la vida?
Que sean perseverantes.
Debemos pensarnos día a día.

¿Qué sentís cuando estás en un escenario?
El escenario es un lugar sagrado.
Hoy, ya no bailo. Me puedo proyectar mediante mis bailarines.

¿Qué opinas de las escuelas de danza que hay en la actualidad?
Me gusta el modelo cubano, donde conviven las distintas escuelas de Ballet, Folklore, Moderno/Contemporáneo integradas en un único sistema de enseñanza. Logrando como resultado un bailarín/intérprete con características propias de idiosincrasia, identidad, cultura.
Eso me gustaría para nosotros. 


¿Quiénes fueron tus maestros?
Mis Maestros fueron Aida Amicon, Wasil Tupin, Mercedes Serrano, Mirta Furioso, Noemí Coelho, Mónica Di Carli y Eduardo Rivero Walker, este último quien me marcó, me guió y compartió con mucho amor su legado.

¿Te gustaba estudiar cuando eras niña?
No, era muy distraída.

El nombre de esta página es La Bitácora del Artista, como tal, ¿Qué es lo que guardarías en la Bitácora para que otros visitantes vean?
Ardua y hermosa es la tarea del artista de danza, sea un bailarín, coreógrafo, profesor, maestro.  Tenemos la posibilidad de comunicar, de transmitir, de enseñar y por lo tanto la enorme responsabilidad.
Debemos formarnos de manera consciente y saber que el aprendizaje de la danza es un proceso sin fin, siempre estamos aprendiendo.
Es necesario respetar los tiempos para no precipitarnos, no saltear etapas. Difícil en el tiempo que nos toca vivir …






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