¿Por qué decidiste ser artista?
Primero decidí ser actor y luego con el paso del tiempo
entendí que es inherente al trabajo del actor el ser artista. Creo que mi
elección pasó por decidir comunicar a través de la actuación ciertas cuestiones
del comportamiento humano que me parecen valorables de rescatar.
¿A qué edad nació esta pasión por la actuación que tenés?
Arranqué a hacer teatro cuando tenía 9 años aproximadamente.
Y la realidad es que no fue por pasión sino por amistad. Soy. Fui y seré un
apasionado de la amistad y eso fue lo que me llevó a hacer teatro, que mis
amigos lo hacían. Con el correr de los años ellos se fueron yendo y yo me
quedé. Creo que ahí me di cuenta que a pesar de entrar por la ventana la
actuación iba a ser mi casa.
¿Cuál es el nombre de la obra en la que estas dirigiendo en
estos momentos?
Estoy encarando un proyecto muy importante para mí. La obra
se llama La vida es sueño? Como su nombre lo indica es una adaptación de la
obra de Calderón de la Barca, para chicos. Porque Calderón y porque para
chicos. Bueno la respuesta es simple y compleja al mismo tiempo. Para chicos
por dos motivos, el primero porque hace ocho años gracias a Hector Presa, Lali
Lastra y Mecha Fernández conocí La
Galera Encantada. Lugar en el que trabajé durante mucho tiempo haciendo teatro para
chicos y no tan chicos. Y fue ahí que entendí la importancia y la complejidad
del género. Los chicos son los espectadores más espontáneos y puros de todos,
si les gusta lo que ven te lo hacen saber en el momento y si no les gusta
también. Gracias a La Galera es que
aprehendí a valorar el teatro para chicos. Creo fervientemente que la formación
de espectadores de teatro nace en los niños y para que eso suceda hay que
tratar al niño con responsabilidad, dándole la posibilidad de ver cosas que
puedan despertar su interés. La elección de adaptar un texto de Calderón tiene
que ver básicamente con dos cuestiones, la primera mi gusto personal sobre la
obra del autor y en segundo lugar la posibilidad que me daba la temática del
texto original de generar empatía con el niño a través de los sueños.
¿Tus padres te apoyaron en este camino artístico?
Siempre recibí el apoyo no sólo de mis padres sino de muchas
personas que conforman mi núcleo íntimo. Sin ellos hubiese sido cuasi imposible
estar donde estoy hoy. Te cuento una anécdota que resume un poco esto que te
estoy diciendo. Hace varios años cuando estaba empezando en este camino del
teatro, se me plantearon varias inquietudes de cómo iba a hacer para vivir del
teatro. En ese momento estaba realizando una de mis primeras obras como actor
llamada El Cristal, que era el proyecto de graduación del IUNA, actualmente
UNA. Mi padre luego de venir a ver la obra, cuando estábamos cenando y
charlando acerca de esta inquietud que se me planteaba, me dijo algo que en ese
momento no entendí y hasta me enoje, pero hoy lo entiendo y se lo agradezco, me
dijo: “Mira hijo yo no entendí nada de la obra que acabo de ver, pero lo que sí
vi fue que te rompiste el lomo para hacerla y que hoy estabas disfrutando, así
que metele para adelante.”
¿Siempre quisiste ser artista? ¿Qué querías ser cuando eras
niño?
Cuando era niño quería ser Presidente de la nación. Después
quise ser arquitecto, después jugador de basquet y después abogado. Cuando me
di cuenta que actuando podía ser todo dije esto es lo mío.
¿Cuáles eran tus sueños cuando eras niño? ¿Los llegaste a
cumplir?
Hablar de sueños justo en este momento que estoy laburando
con La vida es sueño? es algo bastante redundante, pero para responder a tu
pregunta, no tengo un sueño. Tengo muchos y se van renovando. Gracias a muchas
cosas he podido cumplir algunos de ellos y otros no. Pero creo también que esos
que no se cumplieron, está bueno que no lo hayan hecho, porque es lo que me
permite querer superarme y tener otros nuevos.
¿Qué sentís cuando estás en un escenario?
Como actor siento que todo fluye como si estuviese en mi
casa, en mi cama, en mi silla. Siento libertad de ser otro y de jugar como
cuando era un niño. Y como director siento que los actores son parte de mi ser,
que hacen y deshacen y que juegan dentro de ese mundo que juntos hemos
intentado construir.
¿Qué opinas de las escuelas de actuación que hay en la
actualidad?
Creo que hay muchos lugares que tienen excelentes docentes
pero que han perdido lo off de la enseñanza y se han vuelto comerciales. Y
también creo que hay otros tantos lugares comerciales que tienen muy buenos
actores que no son docentes. La carrera de formación del actor es muy
particular y es sumamente personal, hay cosas que a mí me resultan útiles y quizás
a vos no.
¿Estudiaste en alguna escuela de actuación?
Me forme en varios lugares dentro de los cuales se
encuentran el IUNA (Actualmente UNA, Universidad Nacional de Arte) y el CELCIT
(Centro Latinoamericano de Investigación Teatral).
¿Qué opinas de la educación actual en general?
Creo que es un tema complejo de abordar sin profundizarlo.
Solamente me gustaría decir que como docente de teatro para niños tanto de
nivel primario como secundario, la falta de educación es notoria, y no tienen
que ver clases sociales ni cuanto poder adquisitivo tenga la familia. Tiene que
ver con los tiempos en que vivimos hoy en día y con la sobredosis, como me
gusta llamarlo a mí, informativa y tecnológica.
¿Crees que el arte escénico es importante en nuestras vidas?
¿Por qué?
Creo que el arte en general, no solo el escénico, es
fundamental para la educación y culturalización de una sociedad. Y en relación
a los niños en particular, creo que es aún más importante. Cada niño que va al
teatro representa un escalón más en la escalera hacia el conocimiento y la
cultura.
¿El nombre de esta página es La Bitácora del Artista, como
tal, qué es lo que guardarías en la Bitácora para que otros visitantes vean?
Guardaría el esfuerzo, el trabajo y la dedicación que
cualquier artista debe tener para superarse y dar lo mejor en cada momento.
¿Qué les dirías a las personas a las que no le gusta actuar,
cantar o ninguna actividad artística?
Que está perfecto que no les guste, si a todos nos gustase
actuar no habría espectadores, seríamos todos actores y en consecuencia no
habría teatro. Mira a mi me encanta el deporte y me hubiese encantado se
jugador de algo, pero me parece aburridísimo el trabajo de ser árbitro o juez,
sin embargo si estos no existiesen, no habría deporte.
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