Uno de los lugares que más me llama la atención de mi
ciudad, es la Manzana de la Luces. Esta apenas a 200 metros de El Cabildo de la
ciudad de Buenos Aires. Y si se va con suficiente tiempo y si se lo propone,
hay muchos lugares históricos por sus alrededores, y exactamente eso fue lo que
hice en estos momentos.
Muy cerca de ahí esta el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral, que
entre sus actividades cuenta con una sala teatral en su primer subsuelo.
Teatro:
Ni bien entre al Teatro, para hacer las acreditaciones
correspondientes, fui muy bien recibido por el personal del Centro Latinoamericano de Creación e
Investigación Teatral (CELCIT). A los que con mucha amabilidad evacuaron
las dudas que tenía sobre el CELCIT.
CELCIT, cuenta
con un ascensor que nos conduce hasta la sala teatral, haciendo que personas
con cierta discapacidad puedan llegar hasta la sala sin mayores inconvenientes.
El lugar de espera, es acorde a la capacidad de la sala.
(aproximadamente 100 espectadores) y no cuenta con una cafetería. Si tiene una
expendedora de café, que introduciendo algunas monedas podrá liberar un café.
También tenemos que saber, que la zona, dependiendo de la
hora en que sea el espectáculo que vamos a ver, no hay un servicio gastronómico.
Una de las cosas que me llamó la atención en esta
oportunidad, fue la sala. Tenemos dos gradas. Una de cada lado del escenario.
Obra:
Ni bien entramos en la sala hay uno de los actores de la
obra que nos da la bienvenida. Y una música de fondo nos va poniendo en tema.
He tratado de buscar en la web, esa música tan particular y
pegadiza, pero no lo he logrado. Se la recomiendo como un Ring Stone.
Después de los pedidos de rigor, que apaguemos los celulares,
las luces bajan y en pocos segundos los actores entran en escena de una manera
muy particular.
Cada uno de los actores con gran maestría nos van presentado
a sus personajes. Cada uno con sus secretos y pasados como así también sus
miserias.
La obra es una comedia, dramática con ribetes que rozan lo totalmente
absurdo. Pero que en ningún momento deja de mostrarnos un drama social, que es
la de vivir en una clase media baja, en una humilde casa de una villa miseria.
El espectador en todo momento se va a ver atrapado por la
historia que nos van contando los personajes que, con ironía, nos van mostrando
sus miserias, y hasta en unos momentos nos ponen en el límite de que tan
miserable somos o seremos capaces.
Con un final inesperado y totalmente miserable, hacen que
esta obra sea totalmente recomendable.
Natalia Bocca, muchas
gracias por la invitación. CELCIT, muchas
gracias por la atención prestada. Y como siempre muchas gracias al maquinista
de la Línea B de subterráneos que me
trajo de vuelta a mi casa
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