Cuando el pronóstico del tiempo me es desfavorable, Buenos
Aires me ofrece un sinfín de opciones. Y la verdad que me encontraba muy cerca
del teatro La Comedia y me acerque a ver que opciones Teatrales me ofrecía. La
obra que me intereso es Segundo Tiempo, de Ricardo Halac. Que, dicho sea de
paso, se estrenó el 25 de junio de 1976 en el Teatro Lasalle de Buenos Aires
con este elenco:
Luis Brandoni, Marta Bianchi, Chela Ruiz con la dirección de
Osvaldo Bonet.
Teatro:
El Teatro La comedia
cuenta con dos salas, en esta oportunidad la obra se presenta en la sala 2 de
este complejo teatral.
Una de las cosas que hay que tener en cuenta es que la Sala
2 está en el subsuelo del complejo… ósea que vamos a tener que bajar unas escaleras,
para poder ingresar a la sala. Si tenemos una cierta discapacidad, la sala no
cuenta con acceso acorde a la vista.
Si tenemos la oportunidad de llegar con unos minutos de
antelación, esta sala cuenta con una linda confitería para que la espera nos
sea confortable.
La sala teatral se encuentra estratégicamente ubicada en
pleno centro de la ciudad, apenas a 150 mts de Santa Fe y Callao.
Las comodidades en esta sala son de sillas de platico,
relativamente cómodas para un evento de 70 minutos, tiempo aproximado que dura
la obra.
La Obra:
Una voz en off, nos anuncia que debemos apagar los celulares.
Y muy lentamente las luces van bajando. Cuando se vuelven a encender, ya están en
escena una de las protagonistas de la obra, y casi unos segundos después interrumpe
en escena el protagonista. Su aparición es sorpresiva y exultante. Y ahí mismo
comienza la obra de una manera vertiginosa.
La obra es un drama con ribetes de comedia, muy bien llevado
por los actores en escena. Por momentos ciertos idas y vueltas hacen que no
entendamos muy bien para donde apunta la obra.
Hasta que todo se empieza a
aclarar cuando la madre del protagonista entra en escena. Ahí la obra empieza
en un ritmo más que interesante. Con palabras simples y con un idioma bien
porteño, nos cuenta de una manera que nos roba sonrisas y carcajadas el conflicto
de la obra.
Lo que, en la apariencia, era cotidiano y divertido, algo
hace que se transforme para el protagonista en una situación patológica.
Si bien no nos interesa contar la obra, le podemos aclarar
que no es una obra relacionada a la vida de un boxeador. Pero si podemos decir
que se ha recurrido de una manera ingeniosa y sutil la utilización de las
promociones de la obra, para dar el mensaje, que solo se va a poder entender si
se ve la obra.
Agradecimientos:
María Jimena López, muchas
gracias por la invitación, Teatro La
Comedia, muchas gracias por la excelente atención. Y como es costumbre
agradezco al maquinista de la Línea B
de subterráneos que me trajo de vuelta a mi casa
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