La Bitácora del Artista: Entrevista a María Luján Firpo
Obras de Teatro, Recitales, Entrevistas, Cartelera Teatral, Cine, Eventos Culturales y artisticos, Festivales Nacionales e Internacionales

martes, 29 de agosto de 2017

Entrevista a María Luján Firpo

presenta

Desde el domingo 3 de septiembre en Nün
La potencia en la palabra de dos grandes autores
Para una obra de fuerte contenido e interpretación

Yo, Franca, grito
De Franca Rame y Darío Fo


Dirección
María Luján Firpo

Actúan
Paula Napolitano - Antonella Bessone
María Gabriela Lage - Macarena Fuentes

Funciones: Domingos 17 hs.
Localidades: $ 200
Nün Teatro Bar
Juan Ramírez de Velasco 419, CABA / 11 4854-2107


Entrevista a María Luján Firpo

 
¿Cómo fue que te surgió la idea de llevar esta obra a escena de un clásico como Darío Fo y su mujer?
Descubrí estos textos hace veinte años. Llevaba unos años haciendo teatro en mi ciudad (La Plata) y un día nos enteramos que venía una actriz española a presentar una obra que se llamaba “Dos mujeres”. Fuimos a verla y salimos conmovidos. Ana Sabaté se llama la actriz, y abordó dos monólogos de este libro. Entonces supe que un día tendría que abordar estos textos.
Estos textos de Fo y Rame dan voz a aquellos que no la tienen. En este caso son mujeres que no pudieron gritar, decir.
Es importante no olvidar, porque somos quienes somos por nuestra historia. Las violaciones, la prostitución, el sometimiento, la vulneración de derechos en general existen desde siempre, son cuestiones inherentes a la humanidad.
Es importante trabajar en estos flagelos. Provocan una herida que no llega a cicatrizar nunca porque nunca termina de cerrarse. Es importante que nos hagamos cargo todas las personas y dejemos de echar culpas “al otro”.
Todos podemos hacer mucho desde el lugar que ocupamos en la sociedad.
Desde esta obra hacemos un alto para reparar en estas historias que nos hablan de impotencia, de injusticia, de desigualdad, del atropello a los derechos. Y de los deseos, de los sueños, de las ambiciones.
No era mi intención trabajar con monólogos. Por eso es que prefiero hablar de una obra y no de monólogos. Estas historias están entrelazas, estos personajes están unidos en el decir. Están unidos por la palabra. No podrían haber sido otros monólogos porque mi sueño y mi deseo fue trabajar con éstos de Rame y Fo. Son historias que conmueven. Historias reales que fueron escritas hace 30 años y hoy siguen vigentes.
  
¿Cuál fue el mayor desafío que sentiste al momento de empezar a armar las distintas partes de la obra y cómo fue la selección de las actrices que la representan?
El mayor desafío fue trabajar con estos textos por el peso que tienen, porque son textos que confrontan, que dicen lo que muchos no pudieron, que gritan. Y era un desafío además porque son textos feministas y quiero que vengan hombres a ver esta obra y además, la pasen bien. No es nuestra intención interpelar a nadie.
Es un gran momento para estos gritos de Franca Rame y Dario Fo, pero hay que saber gritarlos.
Para eso necesitaba cuatro actrices con mucha potencia en escena, con tablas encima y con ganas de trabajar este material y de entusiasmarse en este proyecto tanto como yo.
Ellas son: Paula Napolitano, Antonella Bessone, Macarena Fuentes y Gabriela Lage. Las fui conociendo a lo largo de mi vida. De hecho con Gabriela Lage nos conocimos en la Escuela de Arte Dramático hace más de veinte años. Nos reencontramos de grandes y cuando la vi actuar quedé fascinada.
Las elegí de diversos lugares por los que pasé estudiando, haciendo cursos, entrenando. Las he visto en escena y en ellas he pensado a la hora de abarcar estos personajes. Creo que ellas merecen estos personajes, pero creo aún con mayor ahínco que estos personajes las merecen a ellas.

¿Qué sensación tenés ahora que ves el resultado de la obra terminada?
Siento que es una pieza teatral íntegra. Estoy feliz con esta obra, feliz con mis actrices. La obra tiene una estructura firme, no hay nada librado al azar o a la improvisación. Ellas actúan, están ahí en presente, transitando la estructura, repitiendo pero sin repetir. La escenografía fue un acierto, haber llamado a Mariana Meijide fue clave para que mis ideas cobren forma y vida. Sergio Klanfer supo aparecer en el momento justo y es quien se encargó de la música. Agostina Prato nos resolvió el vestuario con muchísimo ingenio. Y Paul Damian nos iluminó. Es un chico que trabaja como técnico en el Kónex pero tiene todas las ganas de crecer, aprender y ser un gran iluminador.

Básicamente y sin contarnos el final de la historia ¿Qué nos cuenta la obra?
Son cuatro personajes. Cuatro historias.
Estos cuatro personajes están unidos a través de sus historias de dolor, violencia, soledad, impotencia, amor.
En “Monólogo de una puta en el manicomio” nos encontramos con una mujer que está siendo tratada en un manicomio por una doctora a la cual le cuenta su historia: su padre intentó abusar de ella cuando era una niña, luego comenzó a tener relaciones sexuales desde muy pequeña.
Ella le cuenta a la doctora por enésima vez sus experiencias sexuales precoces y cómo se fue desenvolviendo en su vida. Cómo fue decantando en su vida de prostituta, su relación con el otro y el cobijo que termina encontrando en ese manicomio que la salva de la muerte.
En “Todas tenemos la misma historia”, Darío Fo y Franca Rame cuentan de manera hilarante una historia fantástica, combinada con una introducción realista donde nos topamos por un lado, con las contradicciones que tenemos los seres humanos, tanto en la vida como en la cama; y por otro, con los deseos, que a veces nos convocan y otras nos irritan.
“Yo, Ulrike, grito” es un texto dedicado a la memoria de Ulrike Meinhof, quien fuera periodista alemana, militante de izquierda y una de las fundadoras del grupo armado Fracción del Ejército Rojo. Fue juzgada y apresada por numerosos cargos y apareció ahorcada en su celda luego de cuatro años de total aislamiento. Los autores del texto sostienen que la mataron. En esta historia Ulrike grita a viva voz las injusticias y las luchas que enfrentó por defender sus ideales pacifistas y antinucleares.
En “La violación” nos encontramos con un texto sacado de un testimonio aparecido en Quotidiano Donna, que Franca Rame y Dario Fo lo trasladan a formas teatrales respetando su contenido. Nos cuenta una violación en tiempo presente y en primera persona.
Son textos publicados en los años ochenta, textos que cuentan la realidad que vivimos las mujeres desde hace muchísimos años y que hoy siguen vigentes. Textos que nos hablan de hombres, pero que dicen de mujeres.

¿Cómo fue ese paso de la actuación a la dirección?
Fue algo que tenía que suceder, sólo me faltaba el coraje. Pero el año pasado sentí que había llegado el momento de dar el paso. Pedí varios años los derechos de estos textos, pero no era fácil conseguirlos. Así que probé pedirlos como directora. Y ahí me los cedieron. El destino ayudó a que esto se diera así.

Me imagino que después de estos años arriba de un escenario debe haber un tipo de obras teatrales que te gustan más que otras… ¿Cuáles son tus preferidas para actuar y cuáles para dirigir?
Soy seguidora de ciertos directores y de ciertos actores y actrices. Intento no perderme a Ciro Zorzoli, Veronese, César Brie, Mariano Dossena y otros. Son muy diferentes ellos y en cada uno encuentro cosas interesantísimas.
También sigo algunos actores. Me gustan los que son muy bestias, pero que tienen escucha. Creo que saber escuchar en escena es lo que marca la diferencia entre uno y otro actor. Por eso es que me gustan las obras con personajes potentes, fuertes. Me gusta el lío (siempre que sea ordenado).
Para actuar tengo que estar muy convencida con el texto o con el director, me tiene que atraer, llamar la atención. Soy selectiva con mis trabajos tanto de actuación como de dirección. La próxima obra que dirija sin duda tendrá que hacerme temblar tanto como me pasó con este libro de Rame y Fo, o más. Si me moviliza, entonces sabré dirigirla.


Agradecemos a Walter Duche de Duche & Zarate , por la colaboracion en la realizacion de esta entrevista.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario