No creo que ser artista sea algo que
se decida, sucede o no. Al menos en mi caso. Nací así, con este problemita, soy
artista desde la cuna. Muchas veces me pregunto qué haría de mi vida si no
fuese artista y no encuentro una respuesta. Más allá de que en mis ratos libres
trabajo en una agencia de marketing, mi verdadera vocación es el arte.
¿A qué edad nació esta pasión por la actuación que tenés?
Recuerdo una anécdota a los cinco
años, más o menos, cuando mi padre hacía una ronda de preguntas a mí y a mis
hermanos –somos cinco- mientras almorzábamos sobre qué queríamos ser cuando
fuéramos grandes y yo, convencido, dije “actor, papá”. Mi padre me contestó que
elija una profesión con la que pueda comer pero no me desanimó ni cambié de
idea, la confirmé.
Tenía 16 años, fue en la Patagonia
Argentina, en un pueblo llamado Comandante Luis Piedra buena, Santa Cruz, que
es la capital provincial del teatro. Allí se respira mucho teatro.
¿Cuál es el nombre de la obra en la que estas actuando en
estos momentos?
Se llama “Happy Brownies”, dirigida
por Fabio Golpe.
¿Qué personaje te toco hacer?
Me tocó Pablo Reynoso, un supuesto
contador del que ni siquiera se sabe si terminó el CBC. Es un personaje
enigmático que tiene una enorme coraza y no es de generar lazos fácilmente con
las personas. Está a la defensiva todo el tiempo y es adicto al celular. Me
gusta mucho encarnarlo, llevo bastante tiempo haciéndolo y cada día lo descubro
más, lo disfruto.
¿Tus padres te apoyaron en este camino artístico?
Al principio nos les hizo muchas
gracia, pero después, como todo, lo terminaron aceptando. Mi madre nunca me
había visto actuar porque soy del interior y vivo en Buenos Aires hace muchos
años y para el estreno de “Happy Brownies” vino exclusivamente a verme. Fue muy
emocionante. Te diría que uno de los días más importantes de mi vida.
¿Cuántos años ya llevas arriba de los escenarios?
Llevo 18 años actuando.
Me imagino que en todos estos años debemos tener mil
anécdotas ¿Cuál es la que más recordas, que hoy nos puede robar una sonrisa?
En una obra en la que estaba me
acuerdo que solo vinieron a vernos 4 personas, casi no la hacemos. Finalmente
salimos por respeto a ellos y entre el público estaba mi mejor amiga que
codeaba a los otros tres para que se rieran, era una comedia. Mientras actuaba,
escuchaba su risa exacerbada y me daba energías para seguir y dar lo mejor. El
teatro off tiene eso, no es fácil la convocatoria de público pero hay gente
–sobre todo la que te quiere- que hace que un mal momento se convierta en uno
hermoso con solo estar, reírse y hacerte sentir bien.
¿Con quién te hubiera gustado actuar?
Qué pregunta difícil. Creo que con
Norma Aleandro, por soñar bien alto.
¿Qué canciones te gustan más?
Soy bastante meloso, me gustan las
canciones en español que cuentan historias que puedo comprender fácil y rápido.
En inglés también me gusta pero yo quiero historias. Y no hablo inglés.
¿Cuál es tu estilo de música favorita?
La música pop me encanta. Y si es
argentina o española, mejor aún.
¿Siempre quisiste ser artista? ¿Qué querías ser cuando eras
niño?
Siempre quise ser artista. Alguna
vez quise ser comisario de abordo pero con el miedo que le tengo a los aviones no
entiendo por qué deliraba con eso; capaz para superarlo, no sé.
¿Cuáles eran tus sueños cuando eras niño? ¿Los llegaste a
cumplir?
Uno de ellos era vivir en Buenos
Aires porque sabía que acá había más oportunidades. Y sí, lo cumplí. También
dedicarme a actuar y también lo cumplí. Actuar en cine es otro de mis grandes
sueños y todavía no lo cumplí. Pero trabajo siempre para alcanzarlo. Ya
llegará, no tengo dudas.
¿Qué les dirías a tus seguidores acerca de los sueños que
tienen de ser alguien en la vida?
A mis 35 años puedo decir que todo
lo que uno se propone llega con esfuerzo, trabajo y dedicación. Durante mucho
tiempo, sobre todo después de sufrir una desilusión profesional que hizo que no
actuara durante algunos años, esperaba una mano salvadora que me sacara de ese infierno
y esa mano nunca llegó. Sin embargo, cuando solo pude salir de esa oscuridad y
accionar, moverme, contactarme, relacionarme con gente que persigue cosas
parecidas, las puertas se fueron abriendo una a una. Es ahí donde me di cuenta
que el destino está escrito pero ojo, no se escribe solo, sin nuestras manos en
movimiento, sin nuestras acciones, nuestro destino no sería nuestro destino.
¿Qué actor jóvenes te han llamado la atención últimamente?
Me gusta mucho Eva De Dominici, me
parece hermosa, joven, talentosa, muy fresca. Creo que tiene un gran futuro.
¿Qué sentís cuando estás en un escenario?
Siento que ese momento no quiero que
termine nunca. Es como una fuerza que me posee y no me suelta. Cuando estoy
llegando al final de cada función y tengo registro consciente de eso, cierro
los ojos y pienso en la próxima función, en que quiero que llegue rápido para
volver a actuar.
¿Qué opinas de las escuelas de música o actuación que hay en
la actualidad?
No tengo una opinión formada ni sé
por dónde están encarando la formación actual de los actores. Pero sí estoy de
acuerdo con que existan, me parece necesario. El entrenamiento, sea cual sea,
es sumamente importante.
¿Hasta dónde estudiaste?
Estoy a punto de recibirme de
guionista para radio y televisión. Escribir es mi otra gran pasión.
¿Te gustaba estudiar cuando eras niño?
No, en lo más mínimo. No me gustaba,
matemática me costaba un montón y la pasaba mal. Lengua era mi preferida. Pero
vago, era muy vago para estudiar. De hecho, terminé la secundaria en un colegio
de adultos.
¿El nombre de esta página es La Bitácora del Artista, como
tal, qué es lo que guardarías en la Bitácora para que otros visitantes vean?
Mis experiencias de las personas y
su relato. La experiencia es un recurso invaluable y su forma de contarlas es
clave para que resulten interesantes y sirvan a los demás.
¿Qué les dirías a las personas a las que no le gusta actuar,
cantar o ninguna actividad artística?
Nada, no les diría nada pero sí que
el arte no les sea indiferente. Si no les gusta practicar ninguna disciplina
artística, al menos que las consuman. Eso sí le diría a todo el mundo: CONSUMAN
ARTE, siempre. Hacer o consumir arte es un ejercicio vital para liberarnos de
las cosas más banales y conectarnos con la esencia más íntima de nuestro
espíritu creativo, algo que tenemos TODOS.
Martín González Robles.-
Mi blog: http://martingr.blogspot.com.ar
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Gracias:
Laura Calle Rodríguez
Prensa
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