Hacia Octubre del año pasado, surgió la idea con Federico Dayan de llevar esta obra a escena.
Teníamos
muchas ganas de trabajar una obra de Carlos Gorostiza y esta nos
despertó un enorme interés ya que revela la universalidad del tema y
permite hacer una comparación contemporanéa con el espectador de hoy.
¿Llevó mucho tiempo el armado de la obra y como fue la selección de los actores que la representan?
Abordé
la busqueda de los actores entre mis compañeros de la escuela de
actuación El Duende de Agustin Alezzo, respetando las edades de cada uno
de los personajes. Comenzamos los ensayos en Febrero de este año.
¿Qué cosa o que sensación has sentido cuando termino la primera función?
Una
enorme emoción, por ser esta mi primera experiencia como director y
orgullo por el trabajo realizado por todo el equipo, actores ,
escenógrafa y técnicos.
Básicamente y sin contarnos el final de la historia ¿Qué nos cuenta la obra?
La
obra ambientada en los finales de la década del 60, nos cuenta el
comportamiento de un sector de jóvenes de la clase media porteña de
entre 20 y 35 años, cruzados por la falta de lealtad, respeto y
sinceridad en las relaciones humanas. La mentira, el status, el egoísmo,
las frustraciones personales y la absurda lucha cotidiana sin
intervención en los problemas que más le importan al hombre.
¿Cuál fue el mayor desafío, al momento de empezar a armar las distintas partes de la obra?
El
mayor desafío fue abordar la problemática que representaba la
realización del corto que se proyecta durante la obra y que representa
una parte muy importante de la misma.
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